El continente europeo ha presenciado una serie de olas migratorias en el siglo XX que han redefinido su composición demográfica, étnica y religiosa. Paralelamente, la transformación de la CEE en UE y su sucesiva ampliación ha permitido un movimiento de personas sin precedentes.

Si bien la diversidad de los europeos actuales es enorme, interesa detenerse en el caso de las comunidades provenientes de países con mayoría musulmana. Se estimaba en el año 2010 que la Unión Europea era el hogar de unos 13 millones de inmigrantes musulmanes. La historia de los miembros de la UE como sociedades de acogida son diferentes e incluyen muchos matices. En Francia, los musulmanes de origen extranjero provienen en su mayor parte de las antiguas colonias francesas de Argelia, Marruecos y Túnez. Igualmente, en Reino Unido la huella colonial ha conllevado una mayor presencia de musulmanes del subcontinente indio y de África. En cambio, en Alemania se compone principalmente de inmigrantes turcos y sus descendientes, pero también incluye a muchos nacidos en Kosovo, Iraq, Bosnia-Herzegovina y Marruecos. En España, la emigración se ha desarrollado paralela a los cambios económicos, sociales y demográficos que ha experimentado el país en un periodo de tiempo corto, sobre todo, tras los procesos de democratización y su posterior incorporación a la CEE en 1986. A todos ellos se han sumado recientes flujos de refugiados, principalmente de Siria, Afganistán y África occidental.

El ejercicio de contacto con la diversidad ha modificado ciertos parámetros institucionales y sociales, a la vez que aporta estructuras organizativas comunitarias. En palabras de Oliver Roy, el derecho acaba construyendo una «forma jurídica de lo religioso», sin llegar a definirlo por su contenido. La religión islámica y las instituciones registradas, por su parte, han asumido este discurso en el sentido de que se ven legitimadas por el hecho jurídico al tiempo que reivindican su lugar en el espacio público.

Entender la forma en que han sido definidos los marcos normativos para la mayor o menor inclusión de árabes y musulmanes en las sociedades europeas es fundamental en el contexto actual de fuerte presión migratoria y creciente islamofobia. Por otra parte, conviene analizar, más allá del entorno legal y jurídico, las experiencias exitosas en materia de integración para identificar buenas prácticas y generar recomendaciones para el futuro.

En suma, el seminario organizado por Casa Árabe y la Fundación Konrad Adenauer plantea un análisis de distintas legislaciones europeas, pero también de un intercambio de experiencias y prácticas locales. En cada sesión se buscará realizar análisis comparativos de varios países de la UE, con ponentes europeos y españoles. El objetivo es generar un debate, informar y posiblemente influenciar la formulación políticas públicas.

El seminario estará dirigido a especialistas, organizaciones sociales y autoridades.

Programa del seminario