Jerusalén en la fotografía antigua
Casa Árabe y la Misión Diplomática de Palestina en España presentan esta muestra en Valencia, con motivo del Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino. Podrá verse del 29 de noviembre al 16 de diciembre.
23 de noviembre 2018
VALENCIA
En 1890 el padre M. J. Lagrange funda la Escuela Bíblica y Arqueológica francesa (École Biblique et Archéologique française), que se dedicará a la enseñanza y la investigación de la Biblia, además del estudio de la arqueología y la geografía de la Tierra Santa, y en general de los Estudios orientales. La escuela incluía desde sus comienzos en su programa de investigación viajes por todo Oriente Medio, en los que participaban generalmente los estudiantes. Estos viajes se hacían en caravana, tanto a camello como a caballo, o a lomos de mulas y asnos en los desplazamientos más cortos, y proporcionaron una amplia colección de fotografías epigráficas y arqueológicas, pero también de lugares y paisajes. Los estudiantes que integraban las “caravanas bíblicas” anuales también realizaban sus propias fotografías como aficionados y en algunos casos las ofrecieron a los dominicos para que las incorporasen a la colección. Los principales fotógrafos de la Escuela en sus primeros años fueron el padre Raphaël Savignac (1874-1951) y el padre Antonin Jaussen (1871-1962). No son los únicos, pero sí los autores de la mayoría de las placas, negativos y positivos. Ambos fueron testigos privilegiados de la extraordinaria transformación que experimentó la Tierra Santa entre finales del Imperio Otomano y la época moderna.
Los padres dominicos no practicaban la fotografía con fines exóticos o comerciales. Lo que confiere a sus fondos un valor tan peculiar es que son imágenes tomadas por profesores, por investigadores que se servían de la fotografía para ilustrar sus trabajos. Muchas de estas fotografías se emplearon para ilustrar la argumentación científica de sus artículos. Toda la colección se conserva en la Escuela Bíblica - Convento de San Esteban (propietario legal), junto con el equipo fotográfico (cámaras, trípodes, bolsas de viaje y chasis de placas de cristal). Sin que ésta fuera la intención inicial, el Convento de San Esteban se ha convertido en un importante archivo independiente de los antiguos fondos fotográficos de Jerusalén.