Seminario sobre zoroastrismo en la SOAS
En nuestro interés por profundizar y dar a conocer otras realidades relativas al mundo islámico, además de las del mundo árabe, hemos participado en un seminario sobre zoroastrismo, religión originaria de Irán, organizado por la Escuela de Estudios Orientales y Africanos (SOAS, School of Oriental and African Studies, Universidad de Londres), una de las instituciones de mayor prestigio internacional en el estudio de Asia, África y Oriente Medio.
18 de octubre 2013
past ha tenido lugar del 11 y 12 de octubre de 2013 y ha reunido a dieciocho expertos de estudios iranios y de Oriente Medio de diferentes disciplinas (arqueología, religión, historia, lenguas antiguas de Irán, arte…) que han presentado ponencias sobre temas, en muchos casos inéditos, y que aportan nuevas luces sobre el escasamente documentado mundo del zoroastrismo.
Entre las ponencias que tuvieron lugar durante el seminario destacaron la de los siguientes expertos:
Alberto Cantera, profesor en la Universidad de Salamanca especializado en la liturgia y el ritual zoroástrico y director del Archivo digital Avesta, analizó las ceremonias relativas al sacrifico a Mazda relatadas en distintos manuscritos anteriores a la época sasánida.
Frantz Grenet, profesor de Historia y Cultura de Asia Central Preislámica en el Colegio de Francia en París, hizo una lectura interpretativa de las figuras que aparecen representadas en el plato de plata conocido como Anaïtis y que se encuentra en la Biblioteca Nacional de París. En su interpretación aportó nuevos paralelismos y equivalencias con las festividades del calendario zoroástrico, ampliando las sugeridas por el arqueólogo ruso Boris Llich Marshak.
Vesta Sarkhosh-Curtis, directora del departamento de Numismática y Medallas del British Museum, habló de los símbolos zoroástricos en el arte parto y sasánida, a través de objetos del siglo III a. C. y del VII d. C. Mencionó también la pervivencia de algunos símbolos en el Irán moderno, como parte de la identidad del pueblo iraní. El símbolo protector del faravahar (disco alado con una figura, que se cree representaba a la fuerza divina y en ápoca aqueménida y sasánida al poder real) fue por ejemplo utilizado después de la revolución iraní (1979) como símbolo nacionalista.
James Russell, profesor de Estudios Armenios en la Universidad de Harvard, planteó durante su ponencia que, pese a que no han quedado imágenes del profeta Zaratustra en el arte del antiguo Irán, sí que han perdurado imágenes posteriores. Algunas de ellas realizadas a partir de las fuentes romanas y griegas, que recogieron la leyenda de Zaratustra considerado como un mago, filósofo y astrólogo. En 1510 el pintor Rafael pintó La escuela de Atenas, donde aparece retratado Zaratustra de espaldas junto a Ptolomeo. Este hecho, permite valorar la trascendencia a lo largo de los siglos del personaje, al ser incorporado por Rafael entre los principales representantes de la filosofía antigua.
Albert de Jong, profesor de religión comparada en la Universidad de Leiden, habló de la relevancia de la comunidad zoroastra durante el califato abbasí en Bagdad. Comentó las menciones al islam que aparecen en el libro Denkard, escrito por los sacerdotes zoroastras en ese periodo. Estas referencias al islam son reflejo del debate teológico del momento y prueban que el sacerdocio zoroástra mantenía un diálogo fluido con los ulemas abbasíes y que por lo tanto formaban parte de una élite intelectual y que estaban bien considerados.
En el marco del seminario, se ha organizado en las salas de la Brunei Gallery de SOAS, la exposición The everlasting flame: Zoroastrianim in History and Imagination. Probablemente la primera gran exposición dedicada en exclusiva a retratar la historia del zoroastrismo desde sus orígenes en el II milenio a.C. hasta la actualidad, siguiendo la pista de su pervivencia en el Irán actual y de su diáspora a la India (comunidad parsi). Se trata de una magnífica muestra que incluye piezas importantes de distintos museos del mundo: manuscritos avésticos, relieves aqueménidas y partos, así como una importante colección de monedas sasánidas y miniaturas de época safaví.
Breves notas sobre el zoroastrismo:
Esta religión tuvo sus orígenes en las creencias compartidas por distintas tribus asentadas en Irán y en el norte de India en el II milenio a.C. Poco a poco se fue consolidando en Asia central y posteriormente en Irán occidental, hasta convertirse en la religión principal durante el imperio Aqueménida (530-330 a.C.), Parto (247 a.C.- 224 d.C.) y Sasánida (224-657 d.C). Dinastía esta última, con la que se convierte en religión oficial hasta la conquista de los árabes sobre el territorio persa en el 651.
Zaratustra, que es considerado como el profeta de esta religión, se reveló contra el politeísmo reinante en la región donde habitaba (Bactriana, en la actualidad entre las fronteras de Irán y Afganistán) y difundió su mensaje divino de adorar a un solo dios, Ahura Mazda.
El zoroastrismo sostiene una concepción dualística del mundo, que se rige por el enfrentamiento entre las fuerzas del mal y del bien; un cosmos en constante lucha entre dos espíritus, el destructor (Angra Mainyu) y el bienhechor (Spenta Mainyu).
Este dualismo está también presente en la dimensión moral de la religión, por ello aquel que venera al dios Ahura Mazda deberá realizar buenas acciones para combatir el mal y conseguir la victoria de Ahura Mazda. La máxima del zoroastrismo es: “Buenos pensamientos, buenas palabras, buenas acciones”.
Los textos sagrados del zoroastrismo son el Avesta, donde se recogen los himnos (Gatha) y la liturgia (Yasna). Los himnos pertenecen a la etapa más antigua (probablemente el II milenio a. C.) y se cree que los compuso el propio Zaratustra en lengua avesta y que tras su muerte se trasmitieron de generación en generación de forma oral. En el siglo IV, con la dinastía sasánida se recopila la tradición oral de la teología zoroástrica y se redacta el Avesta en la lengua de la dinastía, el pahlavi.
La trascendencia de esta religión, aunque muy minoritaria, permanece viva a día de hoy con comunidades importantes de creyentes en India, Irán, Reino Unido y EEUU, y es sin duda la influencia que ejerció sobre otras religiones monoteísta que se consolidaron en esa región: el judaísmo, el cristianismo y el islam. Se cree incluso que el carácter iniciático y esotérico del zoroastrismo pudo dejar una importante impronta en la concepción de algunas ramas del islam shii, como el ismaelismo, y que pudieron haberse introducido a través de la escuela teológica de la mu’tazila en el siglo IX.